En la era de la sustentabilidad, vemos etiquetas verdes por todas partes. “Eco-amigable”, “biodegradable”, “producto verde”… Pero, ¿qué significan realmente? La falta de claridad ha generado escepticismo, y con justa razón. Es por eso que en Vida O no solo hablamos de etiquetas, sino de un compromiso. Y en el corazón de ese compromiso está una palabra clave: compostable. Es mucho más que una simple etiqueta verde.
La confusión de las etiquetas
El término “biodegradable” se usa a menudo para referirse a productos que se descomponen, pero no especifica el tiempo ni las condiciones en las que lo hacen. Un producto puede ser considerado biodegradable si se desintegra en 20 años, lo cual no resuelve la crisis de los residuos. Esta ambigüedad ha llevado a que muchos productos engañosos se vendan como ecológicos, creando una confusión que dificulta tomar decisiones verdaderamente responsables.
La promesa de ser compostable
La palabra compostable es diferente. No es solo un adjetivo, es una certificación. Un producto es compostable si ha sido verificado para descomponerse en materia orgánica rica en nutrientes, como la composta, en un período de tiempo definido y en condiciones específicas (generalmente en una planta de compostaje industrial). Esto significa que el producto no deja residuos tóxicos, no se fragmenta en microplásticos y realmente regresa a la tierra para nutrirla. En Vida O, la palabra compostable es una garantía de transparencia y responsabilidad.
¿Por qué importa?
Elegir productos genuinamente compostables tiene un impacto directo y medible:
- Evita la contaminación: Al no dejar residuos, nuestros productos protegen los ecosistemas y la vida silvestre.
- Reduce los residuos: Desvían miles de toneladas de basura de los vertederos, aligerando la carga sobre las comunidades.
- Crea vida: El proceso de compostaje produce abono, que enriquece el suelo para la agricultura y los espacios verdes.
En Vida O, entendemos que el futuro no se construye con palabras, sino con acciones. Por eso, nuestros productos son compostables, porque no queremos ser parte del problema, sino de la solución.